sábado, 13 de julio de 2013

Cuando una madre se embarca en una formación on line...

Si difícil es ir al baño sin interrupciones, ni te cuento ya hacer un curso on-line.
Te venden la moto de que en un curso a distancia tú escoges el momento apropiado, y vas y te lo crees, porque siempre hay alguien de tu entorno que lo consigue.
¿Qué horario sería el adecuado? ¿Cuándo tus churumbeles se hayan acostado? Entonces estás tan cansada que lo que quieres es planchar la oreja y mañana será otro día, con energías renovadas y llena de buenas intenciones.
Sólo hay un pequeño inconveniente: el mañana no existe.
Al día siguiente, se repite el mismo bucle, como el día de la marmota.
Si yo lo que quiero es realizarme como persona, ser creativa y un ejemplo para mis niños, esos mismos que no me dejan hacerlo.
Cuando los tutores ven que no avanzas ni presentas los ejercicios a tiempo, te informan de cómo conseguir el título. ¿Título? ¿Yo para qué quiero uno? Tengo tantos que podría empapelar la pared.
Tenemos motivaciones distintas, ellos mostrar el número de personas a las que forman y yo aprender, aprender de verdad.
¿Creéis que lo conseguiré?

1 comentario:

  1. Hola, conozco a la perra y mi vida es paralela. Ánimo, que, a pesar de todo, la mayoría de mi formación se circunscribe al modo no presencial o semipresencial. Es lo más accesible en nuestro caso, aunque sea a costa de horas de descanso. Con ojeras, cansada, pero llegarás a la meta. ¿Quién va a poder con nosotras?

    ResponderEliminar